08 abril, 2011

Soma

Hay sensaciones que hay que vivir y dejar que sucedan, entregarte a la situación y aislar tu mente de la tormenta moral que te puede llegar a corromper, sobre todo, no ilusionarte, o sí, soñar es hermoso...

Soma is what they would take when hard times opened their eyes.
No hay nervios ni felicidad, no se siente nada. No hay expectativas ni ansias de ningún tipo por los hechos que por probabilidades dan un porcentaje poco probable de que no sucedan, o sí. Es el silencio antes de la tormenta, esos cinco minutos antes de que suene el ruido del trueno, y comience el enfrentamiento entre la conciencia y las emociones... hasta donde tiene jurisdicción una sobre el accionar de una entidad humana, donde comienza una termina la otra, o se unen formando una simbiotización, el equilibrio perfecto entre los pesos más pesados de la conducta aplicada del ser humano.
Balance complicado si lo hay, el de estos dos fenómenos que convergen en quién sabe qué retorcido lugar de los impulsos nerviosos que las dendritas captan y dejan a su soma analizar, para que siga su curso, infectando el resto de las neuronas. Provocando lo que románticamente llamamos amor.
Pero acaso, cuando truene el trueno ¿Vas a saber qué hacer? Cuando estés parado expectante, esperando la mirada imprevista y tan practicada que estás a punto de recibir y dar, tan falsa, tan oportuna para la ocasión, para comenzar. La primera brisa del día va a ser escalofrío en segundos, y tu abrigo no te va a abrigar de la indiferencia proyectada cuando se crucen ambas partes y el frío del día va a ser hielo.
Va a ser el escalofrío aliviado por el calor del ser, del otro ser.

tom.