27 julio, 2012

debido a la simple ausencia, a estas horas, de personal divino en la acrópolis celeste dispuesto a atenderme; ésta es reducida a un simple tipo de establecimiento muy común en los países como el nuestro hoy en día, pero al preguntar por uno a un amigo residente allá por España, no recibí más que una mirada extrañada y risas, seguidas de un: ''que este argentino si que sabe cómo hacer a uno de verdad descojonarse''. En serio, pareciese una de esas frases trilladas que usan las personas cuando no tienen más argumentos o el expuesto es simplemente mejor que aquel que pueden ofrecernos. ''Vos porque sos joven, cuando crezcas vas a ver como dejás de ser zurdito'' ó ''yo soy más grande, fin'' y una puta mierda; siempre tienen que ver con la edad o condiciones sociales y demás cosas que simplemente no podemos cambiar por motus-propio y a tomar por culo, la edad no gana discusiones, la plata no gana discusiones. Pero a nadie parece importarle esto así que a mí no parece importarme ganas las discusiones. Pero cuando no hay nadie en el cielo dispuesto a darte ni cinco ni bola, éste se transforma en un kiosko. Y dios, dios es un puto atado de Chesterfield