Cuando un espacio vacío es llenado por algo importante que desaparece, éste no vuelve a ser el mismo. Seguramente cuando pase vas a pensar que hubiera sido mejor que eso nunca hubiera aparecido en tu vida, que los espacios vacíos sigan estando para siempre así y las cosas nunca pasen de ser simples distracciones para pasar a ser cosas importantes.
Pero estamos unidos a las cosas por unos hilos tan delicados como imposibles de separar, y nadie ve nunca el momento en que el corazón elige, uno no elige qué elige el corazón. Y eso que el corazón eligió queda con vos, para siempre, porque el corazón además de ser un músculo, nunca olvida. Y eso va a acompañarte, como un secreto tuyo, pero que le pertenece a tu corazón.
Nadie le pidió al corazón que sufra, y el tampoco quiere sufrir, por eso no sufre, uno es el que sufre. Pero ésto es decisión propia, porque podés mirar al pasado con ojos tristes, o podés darle tu mejor sonrisa, y así, como hay alguien en el mundo que cuando ve a las estrellas éstas ríen como cascabeles para él, como hay un zorro que cuando ve el trigo este baila como los rizos dorados de una cabellera, podés tener mil cosas que sonrían y bailen para vos.
Y cuando el mundo te vea reirte mirando a espacios vacíos en los que ellos nunca vieron nada, vas a darte cuenta que casi nadie, hoy en día, conoce el amor.
Shit happens
